La inseguridad es cada vez más cercana para una persona común y corriente, de cualquier estrato social. Es decir, antes, se escuchaban casos de sicariato, asesinatos y se entendía que eran conflictos entre los miembros de estas organizaciones, y aunque era preocupante, no llegaba a ser uno de los primeros pensamientos en el día de una madre que va todos los días a trabajar por su familia.

Cada reunión familiar o de amigos incluye el tema de la delincuencia. En los últimos meses, siempre alguien tiene alguna historia que contar: un robo en el bus, una extorsión por llamada, un secuestro a algún conocido lejano o cercano. Y si no hay experiencias propias o cercanas, siempre se puede hablar de lo que se ve en las noticias y redes sociales. Incluso, como conclusión en cada una de esas conversaciones se llega al mismo punto: la migración. Personas que incluso tienen trabajos estables o propiedades, prefieren buscar la paz, y bajo la promesa de conseguirla se plantean de manera seria la posibilidad de migrar.

La Policía y Fuerzas Armadas han ejecutado operativos conjuntos para atender la emergencia contra la criminalidad.